"MATERIA VIVA" Cristo Hernández
En un principio fue la luz, la tierra, el cielo, el mar... y el objetivo del fotógrafo.
Numerosas mitologías del mundo cuentan que en el preludio de los tiempos existió el caos de la materia, frente a otras culturas que entienden que fue la nada, el vacío, quien presidió sus orígenes. La teoría del caos declara que todos los elementos que hoy están presentes en el Universo estuvieron una vez juntos, unidos, pero desordenados; por así decirlo, revueltos. De esa amalgama de la materia se fueron desprendiendo, paulatinamente, los distintos elementos para formar lo que llamamos "cosmos" (del griego κόσμος, que significa "orden"). De esta manera, todas las piezas que hoy conforman la película sensible de nuestro mundo estarían hechas de una materia común, primigenia, que las remontaría a ese primitivo caos, en el que todo era uno y uno era todo.
En esta obra fotográfica de Manuel Fuentes se observa una intención explícita del autor por remontarse al caos original para recuperar esa esencia común de la materia que una vez tuvieron las cosas. Porque en "Materia viva" captamos de inmediato cómo la naturaleza de las cosas es única, da igual que esté hecha de carne y de huesos, de oxígeno, de hidrógeno o de cualquier otra sustancia química o mineral. En "Materia viva" encontramos, efectivamente, una mimesis absoluta entre las figuras que posan para el artista, hasta el punto de que cuesta discernir quién es el modelo y cuál es el paisaje que lo sustenta. Porque la materia es maleable, caprichosa en sus formas, totalmente heterodoxa, azarosa e implacable. Así contemplamos en algunas fotografías cómo el cuerpo humano es capaz de fundirse con la Naturaleza, contorsionándose, y cómo el objetivo del artista se convierte en un nuevo demiurgo que desordena y ordena a su antojo la materia viva. Los modelos humanos pretenden dar vida a la naturaleza (aparentemente muerta) del reino mineral y vegetal del entorno; pero, al mismo tiempo, lo mineral y lo vegetal se convierten en modelos del paisaje humano.
Porque en "Materia viva" se nos desvela un nuevo universo que hasta este momento ha permanecido oculto a las miradas profanas, un universo en que las leyes naturales han sido reinterpretadas. No importa tanto la racionalidad o irracionalidad de lo que se manifiesta ante el observador, sino que lo verdaderamente importante es la naturaleza misma de las cosas, la esencia viva de la materia. Este universo que nos revela el objetivo de la cámara lo preside una ley física fundamental y simple: todo está hecho de lo mismo. Por ejemplo, la fusión de lo mineral y lo humano nos hace dudar sobre cuál es el modelo y cuál el paisaje en las fotografías en que aparecen varios cuerpos tumbados sobre las rocas. Más aun, en una de ellas los charcos que ha dejado la bajamar resaltan la figura humana del modelo y nos demuestra que, efectivamente, el hombre está compuesto en su mayor parte de agua, pero no sólo por sus fluidos interiores, sino que a través de los ojos del artista observamos la naturaleza líquida de la piel, del tronco y de las extremidades (los desnudos nunca nos ofrecen su rostro, porque su identidad está en la propia Naturaleza). Da la impresión de que la marea haya dejado ahí ese cuerpo, casi un fósil, náufrago que se resiste a frustrar su condición marina. Del mismo modo, en esa misma fotografía, nos damos cuenta del antropomorfismo del mar, vestido con su húmeda piel, formando en la orilla cuerpos (los charcos) de estructura caprichosa y extremidades multiformes, cuerpos que no están catalogados en ningún manual de anatomía al uso, pero que el ojo del artista ha logrado capturar y descubrir para la Historia de la Ciencia.
También la Naturaleza nos muestra su sensibilidad completamente personificada en la fotografía de la niña que juega sentada a la orilla del mar. La salvaje ternura que nos transmite la figura infantil se ve reforzada por la languidez del mar que apenas llega a sus pies con temor de hacerle daño. La Naturaleza es sensible con sus criaturas.En "Materia viva", Manuel Fuentes ha utilizado la técnica del blanco y negro en un afán de igualar a todas los especimenes de la Naturaleza, privándolos del color, en un afán de pasar a todas sus criaturas por un monocromático rasero. Porque el negro era el color del caos primigenio, ese momento previo a la creación en el que la materia era una sola. Y porque el negro es el color de la argamasa con la que fue creado el Universo.
Hola Manuel:
ResponderEliminarMe llamo Rebeka y estoy haciendo actualmente un curso de fotografía con cámara Réflex digital.
Para que entremos en contacto con el mundo de la fotografía, nuestro profesor nos mostró unas fotos suyas de la revista número 180 FV dónde ganó el primer premio del concurso Xpan.
Muchos de nosotros nos quedamos maravillados con las imágenes,yo ahora mucho más que puedo ver la serie entera y sus nuevos trabajos, que me resultan muy interesantes tambien.
El profesor comentaba una foto en la que dos cuerpos están tumbados sobre la arena,posando la cabeza una sobre otra.
Antes de seguir hago un inciso, no se si era su intención pero le veo un estilo un poco oriental,en esa foto veo reflejado el Taijitu (lo que comunmente llaman las gentes el Yin y el Yang, por no hablar de los elementos, agua, tierra,aire...)
En fin tras una larga explicación sobre la foto mencionada, al ver que el profesor hablaba continuamente de "las dos mujeres", yo le pregunté porqué daba por hecho que era una mujer la persona de pelo mas corto y piel clara.Pues de ésta "tonta" pregunta se formó una polémica, que ya nada tenía que ver con la fotografía.
Me resulta hasta violento preguntarle ésto de una obra, pero...¿de qué género es esa persona? Yo dí por hecho que era un hombre, pero un compañero sentenció que se trataba de "un niño".
Por favor, le agradecería que me contestara a tan curiosa (por llamarlo de alguna manera)pregunta.
La revista me la ha dejado el profesor y de ésta manera he encontrado su blog en internet, sino consiguiera respuesta alguna me siento igualmente agradecida porque ésta tonta dicusión me haya acercado a su blog.
Enhorabuena por su trabajo Manuel, es un regalo.
Un saludo desde la península.
Rebeka Losada.